Tras 30 años de activismo ecologista, 10 de ellos como director de Greenpeace, asumí que para cambiar las cosas hay que cambiar la manera de hacer política; por eso fui una de las personas que fundó EQUO en 2011. Ahora afrontamos un nuevo reto ilusionante con la oportunidad de llevar a las instituciones una política que cuide a las personas y a nuestro entorno, y quiero ayudar a hacerlo realidad. Los ratos libres que me deja EQUO los dedico a mi familia y a caminar por la naturaleza.