Necesitamos con urgencia un cambio de modelo económico que permita crear empleo más allá d
Maite, gracias por tu pregunta y disculpa no haberla respondido antes. Me resulta una cuestión sumamente interesante y si me lo permites, quisiera responderla desde la perspectiva de mi isla, Fuerteventura.
Para que te hagas una idea, Fuerteventura tiene una población de 106.930 habitantes y presenta la población más joven del conjunto del Archipiélago Canario, con una edad media de 36 años, por debajo de los 39,7 años de Canarias. Nuestro principal motor económico es el turismo y, a pesar de tener los hoteles prácticamente llenos, la realidad es que la tasa de paro (EPA 4T-2014) de Fuerteventura es del 32,13%, un punto por encima de la media regional.
Tristemente, Fuerteventura es la segunda isla en Canarias con mayor tasa de paro, después de Gran Canaria. Hay 10.924 personas sin empleo, de ellas, la mayoría, 3.442 en el sector hostelería. Pero, además, de las 34.160 personas con un empleo en Fuerteventura, 30.268 lo hacen en el sector servicios, mientras que solo 726 lo hacen en el sector primario. Dentro del sector servicios despunta el número de personas que trabajan en hostelería, 12.209, seguido de las 5.163 que están empleadas en el comercio al por mayor y al por menor.
Pero además, nuestra isla cerró el año 2014 con 66.631 plazas alojativas, distribuidas en 167 establecimientos. La estancia media de los turistas que visitaron Fuerteventura se sitúa en 8,68 noches, frente a las 7,98 del conjunto de Canarias. Son aproximadamente unas 8.869 personas las que trabajan en Fuerteventura en establecimientos alojativos. La media de empleos por plaza alojativa se sitúa en 13,31, por encima de la media regional (12,79). Solo el alojamiento turístico en Fuerteventura generó durante el año 2014 unos ingresos de 509.750.654,72 euros.
Y si a estos datos sumamos que Fuerteventura tiene la cuarta cesta de la compra más cara de Canarias, debido a lo que aquí conocemos como “la triple insularidad”, mi reflexión es que, en un territorio tan frágil como el nuestro, ya no se trata de si estamos hablando de si nos dirigimos a una sociedad menos pudiente y con mayor riesgo de pobreza o no. El principal punto de debate ha de centrarse en sí la recuperación que a nivel nacional ya es una realidad, ¿por qué nuestros ciudadanos en Fuerteventura no son capaces de percatarse de ella?, ¿quizás en esto tenga algo que ver la más que evidente mala gestión llevada a cabo por quienes en estos últimos años han gobernado en el gobierno regional e insular?, ¿quizás es que no han sabido o querido implementar medidas económicas capaces de traducir esa reactivación de la economía en la economía en la insular?
Son muchas las preguntas que podemos hacernos pero, lo cierto es que en nuestra isla, la situación es bastante grave. Lo he denunciado una y otra vez, como parlamentaria en el Parlamento de Canarias y como consejera en el Cabildo Insular pero, lamentablemente, mis denuncias siempre cayeron en saco roto.
Necesitamos con urgencia un cambio de modelo económico que permita crear empleo más allá de nuestra principal industria: el turismo, que ha demostrado que no es capaz de generar mayor número de puestos de trabajo. Hemos terminado una legislatura y todavía lo seguimos esperando.
En las últimas Elecciones Locales planteábamos precisamente esta cuestión como una cuestión prioritaria en nuestro programa electoral, proponíamos un cambio urgente en nuestro modelo productivo, atendiendo a nuestras propias diferencias pero, finalmente el ciudadano decidió que todo siguiera igual. Una decisión que respeto enormemente pero en la que cuesta entender que se haya decidido que sigan gobernando quienes no han hecho nada por mejorar esta situación.
Pero es más, cuesta entender que en una situación económica como la descrita, por ejemplo, en la elección de nuestro próximo Parlamento Regional, en Fuerteventura, la participación sólo fue del 59,37%. Un 40,63% de los electores decidió quedarse en casa y no ir a votar. Algo está fallando y tenemos que ser capaces de saber qué es porque no nos podemos permitir el lujo de mantener esta situación por mucho más tiempo.
En nuestra isla, a pesar de la recuperación económica a nivel nacional, todavía contamos con un drama real. Un drama en el que, buena parte de nuestra gente, antes que preguntarse por la precariedad o no en su puesto de trabajo, por lo que, a fecha de hoy se siguen preguntando, es por si conseguirán un empleo digno o no.
Esa es la realidad, ese es nuestro verdadero drama. Maite, es esta la situación que vivimos y como es algo que me llega tan de cerca, he preferido responder a tu pregunta desde la óptica, no ya de una política, sino desde la perspectiva de una ciudadana que sigue apostando por una Fuerteventura en al que siga valiendo la pena vivir y por una isla que está a muchos kilómetros de la costa de la península ibérica y a muchos más kilómetros desde Bruselas. Es mucho, muchísimo lo que nos uno, pero también son muchas otras cosas las que lamentablemente nos separan.
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