Sol, perrita anciana, adoptada hace 7 meses en una protectora
Pues no sé si es casualidad o no, pero la perrita con la que salgo en la foto se llama Sol. La adopté en abril de este año, es una perrita muy mayor que se hizo anciana en la Protectora Lena de O Porriño, Pontevedra, donde ha pasado casi toda su vida siendo atendida por voluntarias. Sol camina con dificultad debido a la artrosis avanzada que sufre y comienza a tener signos de demencia senil pero también manifiesta unas ganas enormes de vivir, cosa inherente a cualquier ser vivo, por otra parte.
Nuestro país lamentablemente está a la cabeza de Europa en cuanto al número de animales que se abandonan cada año, cuya vergonzosa cifra asciende a unos 150.000. A pesar de esta triste realidad y de la labor fundamental que realizan, las protectoras de animales son unas de las grandes olvidadas de las instituciones. Muchas de ellas se encuentran desbordadas por el elevado número de casos que tienen que atender, la falta de recursos humanos y la carencia de apoyos económicos: sólo la empatía y el compromiso de los voluntarios y voluntarias que gestionan estas protectoras entregando su tiempo, su bondad y también su dinero, hace que al menos una parte de estas víctimas de nuestra sociedad puedan tener una segunda oportunidad. Lejos de lo que se pueda pensar, y lo digo por propia experiencia, el voluntariado en estas asociaciones no tiene sólo una parte bonita, en la que se le posibilita al animal una nueva vida: el día a día es muy duro, hay animales que llegan en condiciones físicas y psicológicas lamentables, sobre todo en el caso de los perros que han sido empleados para la caza. El trabajo incansable de estos héroes y heroínas anónimos, hace que al menos un porcentaje de estos animales tengan una oportunidad de ser tratados con el respeto y la dignidad que se merecen. Los perros ancianos también son un caso muy dramático, puesto que muchos de ellos han pasado toda su vida en un hogar y cuando son abandonados caen en una profunda desolación.
El Partido Animalista - PACMA considera este problema como algo prioritario a resolver, educando para prevenir el abandono y fomentando la adopción de los animales que ya han sido abandonados. También es necesario el seguimiento de las adopciones y la esterilización de los animales a los que se les encuentre un nuevo hogar. En las perreras es necesario instaurar el Sacrificio Cero, junto con las medidas citadas anteriormente, pues es injusto que además de sufrir abandono y en muchas ocasiones maltrato, un animal tenga que ser ejecutado simplemente por una irresponsabilidad colectiva y una carencia de interés hacia su bienestar. Las leyes tienen que cambiar en este sentido, y la Ley marco de protección animal que propone PACMA es absolutamente necesaria para paliar este tipo de situaciones.
Y por último, recomiendo encarecidamente adoptar a un abuelo o abuela, son de lo más entrañables y agradecidos, y cuando se van dejan vivencias que difícilmente son comparables a cualquier otra cosa. Yo espero que a pesar de ser tan anciana, mi Sol esté muchos años conmigo.
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