La Ley Orgánica de Abdicación de JC I es manifiestamente inconstitucional y contraria a derecho ¿Por qué UPyD votó a favor?
Buenas tardes,
no puedo estar de acuerdo con el enunciado de esta pregunta: que la Ley de Abdicación sea "manifiestamente inconstitucional". Es una opinión tan exagerada como marginal, y prácticamente nadie la ha postulado (y digo prácticamente, y no nadie, porque hay gente para todo y puede haber quien opine como Alcotarelo).
La propia explicación de la pregunta admite que la Constitución deja margen de sobra para una Ley Orgánica de Abdicación. Es más, esta ley era inevitable como consecuencia de que PP y PSOE (y sus socios nacionalistas etc.) han dejado pasar desde 1978 sin proponer el desarrollo, mediante Ley Orgánica, de la sucesión a la corona, que es lo que deberían haber hecho.
Por tanto, la Ley de Abdicación de Juan Carlos I ha sido impecablemente constitucional pese a su evidente chapuza política, y a la rareza de que sea una Ley que debía refrendar (de aprobarse) un acto personal insustituible: el rey abdica como Jefe de Estado, o lo que es lo mismo, renuncia. Lo mismo que cualquiera podría hacer con su trabajo o un cargo que ocupara. No deja de ser estrafalaria la postura de quienes votaron en contra, significando que el rey no puede ni abdicar y solo puede morir siendo Jefe de Estado, como si lo fuera aún por la Gracia de Dios (y ni eso: Carlos I abdicó en Felipe II, Felipe V en Luis I...) y no por la Constitución. Es una rareza como tantas otras de la monarquía parlamentaria, en la que el rey (pese a lo que crea la paleoizquierda) prácticamente carece de libertad para tomar las decisiones fundamentales de su existencia: ni "elige" ser rey, ni puede dejar de serlo, salvo por fallecimiento, sin la ratificación del Parlamento. Y eso era la Ley de Abdicación: la ratificación parlamentaria de la abdicación de un rey para proclamar constitucionalmente a otro rey.
No nos gustó y lo dijimos. Chapuza, negligencia y cutrez que UPyD no solo ha denunciado, sino hecho algo más: presentamos en el Congreso una propuesta de desarrollo del título II de la Constitución, que trata de todos estos asuntos y permanece en el limbo jurídico porque, como era de prever, la rechazaron. Pero votar en contra de la abdicación era tanto como votar en contra de la continuidad de las previsiones constitucionales. Y ya hemos explicado que estamos en contra de esa pretensión de ruptura constitucional: la Constitución debe reformarse según su procedimiento. Así que la acusación de pasividad contra UPyD es tan rigurosa como la acusación de que la improvisada Ley de Abdicación es inconstitucional. Ambas afirmaciones son falsas. Un cordial saludo.
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