En primer lugar no soy partidario de abordar el debate sobre Ias infraestructuras en términos de si es o no indispensable. Nada es indispensable en este mundo salvo quizás, el aire que respiramos. La Y vasca no es una excepción en ese sentido.

Dicho lo anterior, si la pregunta es ¿Soy partidario de que el tren de alta velocidad llegue a Euskadi? Si, lo soy. Creo sinceramente que las ventajas son mayores que las afecciones y lo digo basándome en las siguientes razones:

La construcción de la Y Vasca forma parte del corredor ferroviario de alta velocidad entre el norte y el sur de Europa en su vertiente atlántica y no supone ningún coste a las arcas públicas vascas o guipuzcoanas ya que es el Estado y Europa quien asume el coste de las obras. El TAV es una infraestructura que propicia una mayor sostenibilidad ambiental del transporte. Por qué? 

BENEFICIOS MEDIOAMBIENTALES 

1. Porque permite que parte del tráfico de mercancías que se efectúa por carretera se haga por ferrocarril (con lo que ello implica de menores emisiones de CO2). Actualmente únicamente el 3% de las mercancías se transportan en Euskadi por ferrocarril. Esto tiene que cambiar radicalmente si queremos lograr un modelo de movilidad sostenible y respetuoso con el libro blanco del transporte. No es que las mercancías comiencen a transportarse en las vías del TAV, lo que se logra es que gran parte del transporte de pasajeros empiece a ir en TAV y se liberen las actuales vías de ancho ibérico o convencionales para el transporte de mercancías. Según diferentes estudios realizados, la entrada en servicio del TAV podría posibilitar que el 10% del tráfico de mercancías fuera en tren (800.000 camiones anuales), lo cual supone un gran alivio a nuestras carreteras, las guipuzcoanas que soportan casi el 45% de todo el tráfico rodado (península-Europa).
2. Menor gasto energético: se calcula que por cada viajero-km que se transfiere del coche al ferrocarril se logra un ahorro energético de 10 veces. El ahorro energético en comparación con el viaje en avión es todavía mayor.
3. Menor ocupación del territorio. Por cada kilómetro del ferrocarril de altas prestaciones, se ocupa 3,5 hectáreas por kilómetro mientras que cualquier autovia ocupa 9 hectáreas.
4. El 60% del trazado del TAV por Gipuzkoa transcurre por una solución en túnel con un impacto visual paisajistico limitado.
5. El TAV no produce emisiones contaminantes a la atmósfera y la contaminación acústica es sensiblemente inferior al que genera cualquier carretera. Ahorro de 27.000 litros diarios de combustibles fósiles.
6. Se reduce el volumen de vehículos en las carreteras a favor del ferrocarril, con mucha menor tasa de siniestrabilidad.

BENEFICIOS ECONÓMICO-SOCIALES
1. Se estima un incremento de la producción de 970 millones de euros durante cada año de obra (1,3% de incremento del PIB) y la creación de 6.000 empleos directos y 2.500 indirectos.
2. Comparativa. Euskadi pasaría a integrarse en la red de transporte de altas prestaciones más importante de Europa lo cual sin duda redunda en una mayor ventaja competitiva en un momento en el que el eje central europeo se desplaza hacia el Este y se aleja del arco Atlántico. El ancho de vía internacional permite a Euskadi conectarse ferroviariamente con el resto de Europa sin las actuales rupturas de red. 
3. Mejora de la accesibilidad Gipuzkoa-Donosti. Siendo un destino que genera un gran interés turístico, el territorio padece un deficiente acceso internacional con un aeropuerto con un crecimiento limitado. Lo anterior es más grave si tenemos en cuenta la próxima cita de la capitalidad cultural.

Por todo ello, creo que Euskadi y Gipuzkoa no pueden quedarse atrás de este desafío europeo. No creo en los cheques en blanco ni en la confianza ciega en un progreso que no se encuentre justificado, ni tampoco en un cierto escepticismo ideológico con todo lo que signifique actuar en el territorio.

No puedo evitar que me venga a la memoria la oposición frontal que los carlistas mostraban en el siglo XIX contra las primeras líneas de ferrocarril que consideraban por ejemplo dañinas al ganado... El tren siempre fue el futuro, y hoy lo sigue siendo, más aún en un Territorio cosido de carreteras y en una localización estratégica de paso.