Es evidente que la firme apuesta del Ayuntamiento por configurar Málaga como un polo de innovación tecnológica, ha sido un acierto rotundo.

Han sido muchos años de invertir en la implementación de infraestructuras de todo tipo, que buscaban disponer las condiciones previas necesarias, para que hoy Málaga sea un referente en las nuevas tecnologías. Y gracias a esas inversiones, nuestra economía está hoy mucho más diversificada, y es -por ende- mucho más solida.

La capitalidad europea supone la culminación de ese proceso y su oficialización; y representa una oportunidad única para atraer nuevas inversiones que hagan mucho más rica, no solo a la ciudad de Málaga, sino a su provincia, y por extensión a toda Andalucía y España. No me cabe la menor duda de que el Ayuntamiento aprovechará la oportunidad, y sería conveniente que otras administraciones se unieran a ese esfuerzo con algún anuncio de alcance: la extensión del metro de Málaga hasta el Parque Tecnológico de Andalucía, por la Junta de Andalucía, por ej.