Las críticas a la gestión directa, se ha hecho sobre casos, en los que la gestión ruinosa, solo tenía como objetivo ultimo, permitir la privatización sin que hubiera una respuesta ciudadana, eliminando la transparencia y permitiendo casos de todos conocidos.

La posición de Izquierda Unida, siempre ha sido la defensa del modelo de gestión pública directa de los servicios que presta la administración, en primer lugar porque permite un control democrático de aspectos tan relevantes para la vida en nuestra ciudad, pero también porque es mucho más eficiente y sobre todo permite una mejor gestión de los recursos, con un importante ahorro, y unas mejores condiciones para los trabajadores y trabajadoras de estos servicios.