Es el respecto a los Derechos Humanos lo que nos debe preocupar ante todo
Si de respeto se trata, habría que repasar la trayectoria de Javier Maroto previa a las elecciones de mayo de 2015. ¿Fueron respetuosas las afirmaciones que, con un inequívoco sesgo electoralista, realizó una y otra vez sobre la inmigración en Vitoria-Gasteiz? ¿Hubo incitación al odio en determinados discursos y enfoques interesados de los datos? ¿Fue tolerable el modo en que calificaba a los partidos políticos que no compartían sus planteamientos?
Esta ciudad ha recuperado la senda de la convivencia tras una etapa en la que el anterior gobierno puso en tela de juicio principios y valores básicos. La falta de respeto a los derechos humanos es lo que debe preocuparnos a todas y todos, especialmente en una ciudad como Vitoria-Gasteiz, que presume de una trayectoria ejemplar en este campo.
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