Hola Raquel:

Voy a hacer una primera matización. Como dijo en una ocasión Jesús Eguiguren, “la paz era esto”. Lo que estamos viviendo en Euskadi desde el 20 de octubre de 2011. El fin de la violencia de ETA. Que dejasen de asesinar a personas en Euskadi por pensar diferente. Que dejase de haber amenazas. Que miles de ciudadanos y ciudadanas vascas pudiesen pasear por la calle sin escolta.

Esto es la paz. Esto es vivir en libertad. Lo que ansiamos durante tantos años.

Y, por supuesto, que ahora hay que seguir avanzando por restañar heridas y por asentar una verdadera convivencia democrática en Euskadi.

Hay que impulsar políticas de memoria, para que tantos años de sufrimiento no caigan en el olvido, para que las próximas generaciones sepan lo que ocurrió en la sociedad vasca, sin obviar nada, pero también sin equiparar.

Hay que trabajar en una educación en valores éticos y democráticos, para que nuestros escolares se formen sobre principios de la tolerancia, respeto al diferente y no violencia.

Hay que continuar con las políticas de reconocimiento y homenaje a las víctimas del terrorismo. También, por supuesto, a las víctimas del franquismo y de los abusos policiales. Y quiero recordar que yo misma, como consejera del Gobierno, aprobé un decreto para empezar a reconocer en Euskadi estas realidades injustas.

Y podremos, por supuesto, hablar de política penitenciaria. He defendido muchas veces (también en este mismo portal) que, una vez acabada la violencia terrorista, es necesario avanzar en una orientación consensuada, dinámica y flexible de la política penitenciaria.

Hay mucho por hacer. Claro que sí. Pero, sin olvidar que lo más importante ya se ha conseguido: que ETA deje de matar. Y que lo que debe hacer la banda terrorista es disolverse de una vez, porque sería fundamental para avanzar en el resto de áreas y, como digo, consolidar definitivamente la tolerancia y la convivencia en este país.