Nuestras políticas difieren mucho, en el objetivo y la determinación para llevarlas a cabo
Pues en muchas cosas. Aunque ambos defendamos públicamente la necesidad de crear empleo y de apoyar a nuestras empresas, las políticas que cada uno impulsa cuando está en las instituciones difieren mucho, en el objetivo y también en la determinación con la que se llevan a cabo.
Y podemos hablar de fiscalidad. De la necesidad de implantar en Euskadi un sistema tributario más justo y progresivo, que haga que pague más el que más tiene y no cargar todo el peso sobre los hombros de clases medias y trabajadoras como ocurre hoy.
En los últimos años se han dado avances, gracias a la insistencia de los Socialistas y pese a las resistencias del PNV. Pero queremos ir más allá. Queremos revisar las múltiples bonificaciones que hoy se aplican al Impuesto de Sociedades y eliminar las que no vayan directamente destinadas a crear empleo de calidad, proteger el medio ambiente, mejorar la eficiencia energética o a las actividades de mecenazgo cultural.
Queremos luchar de forma más eficaz contra el fraude (con más medios y más inspectores). Un reciente informe de la UPV cifraba en 2.000 millones anuales los euros que las Administraciones Vascas ha dejado de recaudar por culpa del fraude. “La vaca no da más leche”, dijo en su día José Luis Bilbao para oponerse a nuestras medidas contra el fraude. Pus parece que sí hay leche y que es casi una quinta parte del Presupuesto de la CAV.
Y queremos (y esto es otra diferencia sustancial con el PNV, siempre contrario a inmiscuirse en la labor de las Diputaciones) que el Parlamento Vasco ejerza las competencias que el Estatuto le otorga en materia de armonización fiscal, para evitar las excesivas disonancias que hoy se dan en materia fiscal entre los tres territorios.
Pero podemos hablar también de política industrial, histórico motor económico de Euskadi y que hoy se deteriora ante la pasividad del Gobierno nacionalista. Desde hace dos años, y por primera vez desde que existen registros, el sector industrial vasco da empleo a menos de 200.000 trabajadores. Ahí están los casos paradigmáticos de ACB Sestao o ArcelorMittal Zumarraga, pero podríamos citar muchas más empresas.
No podemos caer en la resignación. Se pueden hacer cosas. Nosotros las hicimos cuando estuvimos en el Gobierno la pasada legislatura: invertir más en I+D (Urkullu ha reducido estas partidas), ayudar en los procesos de internacionalización de nuestras empresas, apostar por nuevos nichos de negocio que sirvan de tractor para las pequeñas y medianas empresas vascas (como la atención a la dependencia o la economía verde y digital, sectores de futuro en los que Euskadi puede ser competitiva).
Podemos hablar de planes de empleo para los colectivos más vulnerables (jóvenes sin formación, mujeres, mayores desempleados…). Dedicar recursos (como, por cierto, hemos obligado a hacer a Urkullu en los últimos Presupuestos) para atender a estas personas y a las comarcas más golpeadas por la crisis.
En definitiva, Gorka, gobernar es priorizar. Y es evidente que en materia económica, el PNV no pone ni el mismo empeño, ni las mismas prioridades que nosotros ponemos en la defensa del empleo de calidad, en el apoyo a nuestra industria como motor de la economía vasca, ni en la apuesta por el conocimiento e la innovación como palancas de crecimiento.
Un saludo
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