El sujeto político de la izquierda será en pie de igualdad con el activismo
La izquierda, como forma de calificar a las personas y colectivos que aspiran a una transformación profunda de las relaciones sociales, económicas y culturales imperantes, es irreductible a un solo actor, sea un partido o no. La profusión de asociaciones que han aglutinado a miles de activistas en torno a diferentes causas en los últimos años es una prueba irrefutable de ello, como lo es el sindicalismo de clase, la red de multitud de organizaciones no gubernamentales o el compromiso individual de muchas personas que desde distintos ámbitos han levantado la voz contra las injusticias.
Por esa razón, para la construcción de un sujeto político de referencia social e institucional, situado con claridad a la izquierda, es preciso el trabajo cómplice del mayor número posible de ellas, en pie de igualdad con las organizaciones políticas ya posicionadas. Desde Izquierda Unida consideramos que ese es el objetivo prioritario: la construcción de poder popular, sobre bases de participación incluyentes y, respetando la pluralidad y riqueza sociales, traducir con vocación unitaria esa fuerza social en apoyos institucionales.
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