La ciudadanía tendrá la última palabra
De acuerdo con lo previsto en los tratados de funcionamiento de la UE este tipo de acuerdos necesitan una sanción a doble vuelta. Quiere ello decir que tendrán la palabra tanto el Parlamento Europeo como los parlamentos de los estados miembros. En consecuencia y siendo los parlamentos instituciones cuyos componentes son elegidos directamente por los ciudadanos, será la ciudadanía quién tenga la última palabra. El proceso de ratificación será además plenamente transparente. No cabe ninguna duda de que en todos los estados y a nivel europeo habrá un debate público, amplio, exhaustivo y transparente sobre las condiciones del acuerdo y todo el mundo desde organizaciones cívicas a sindicatos y patronales y por supuesto organizaciones políticas tendrán que entrar al análisis de fondo del documento y explicar sus razones para apoyarlo y rechazarlo.
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