Estimado Antonio:

En Ciudadanos pensamos que la fiesta del orgullo gay debe celebrarse sin prejuicios ni miedos, como muestra de que esta ciudad cree en la libertad y en la diversidad. Sentado lo anterior, considero que los fondos públicos que se pudieran destinar a sufragar esta fiesta, se podrían emplear preferentemente en luchar cívicamente otra la homofobia así como en ayudar a aquellos que sufran acoso por ejercer su derecho soberano a elegir pareja del mismo sexo.

A mi juicio, el Ayuntamiento debe ayudar institucionalmente a que los organizadores de la marcha consigan fondos privados para costear la fiesta, es decir, colaborar para la consecución de patrocinadores privados, tal y como sucede en EE.UU. El objetivo es compatibilizar que a los ciudadanos no les cueste tanto dinero con que, a la vez, esta fiesta tenga financiación suficiente para celebrarse con total normalidad de forma que se reivindique en condiciones dignas que cada persona elige libremente su orientación sexual. En caso de patrocinio privado insuficiente, el Ayuntamiento debería complementar la financiación de esta fiesta que, no olvidemos, implica que miles de personas hagan turismo, con las connotaciones económicas que ello conlleva.

Saludos