En Ciudadanos nos movemos por convicciones. No tenemos relaciones clientelares como otros.
Tal y como pusimos de manifiesto en el Pleno del Ayuntamiento de Palma, no estamos en contra de las corridas de toros, y por este motivo votamos en contra de la declaración de Palma como ciudad antitaurina.
Consideramos que las corridas de toros son una tradición arraigada en nuestra cultura, y que por este motivo no pueden prohibirse. Entendemos que los aficionados a la tauromaquina tiene derecho a disfrutar de su afición, y que a las personas a quienes no guste también están en su perfecto derecho a no asistir. Por otra parte, creemos que existe un repentino interés en prohibir las corridas de toros que viene motivado por razones identitarias. Desgraciadamente, en nuestra ciudad existen opciones políticas que rechazan la cultura y las tradiciones españolas, y que entienden que la tauromaquina es su principial exponente. Evidentemente nosotros no compartimos este posicionamiento. En otro orden de cosas existe abundante legislación estatal con referencia a su pregunta, lo que determina igualmente la competencia en esta materia, que no es del Ayuntamiento de Palma, en este caso.
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