"Ninguna persona debería actuar en contra de su convicción"
Hola Txema!
La verdad es que me parece una pregunta muy muy interesante a la vez que complicada.
Es innegable que hay que mirar en la relación existente entre ética y política si queremos descifrar gran parte de los acontecimientos en el mundo global en que estamos viviendo. También debemos entender la tensa relación que comparten la ética y la política en las democracias actuales.
Hace siglos la política era incomprensible sin la ética, pero cuando se empieza a romper la equación que igualaba la vida social y la vida política, la política se judicializa más. Entonces, el Estado se entiende como una comunidad moral que contiene fines éticos. Sin embargo, será Maquiavelo quien a principios del siglo XVI separe la política de la ética y le otorga a la política sus propias leyes y la capacidad para aplicarlas. Maquiavelo, a través de "El Príncipe" en 1513, muestra cómo gobernar exitosamente los Estados para conservar el poder, siendo necesario seguir la estrategia política dejando de lado toda cuestión relativa a la moral y a la religión.
Hoy en día cuando el poder accede a la dimensión ética, muchas veces (muchas más de las que me gustaría), se distorsiona esta última excesivamente ya que el discurso ético se transforma en una burda manera de justificación del poder.
Creo que es necesario hacer una distinción entre lo público y lo individual, entre la moral social y la individual. En lo individual creo que debe primar el relativismo moral, donde todas las opiniones morales y éticas tengan la misma importancia, la misma legitimidad y el mismo valor. En el ámbito público, caso de la política profesional, creo que, como bien decía Weber, debe prevalecer la ética de la responsabilidad. Sin embargo, si a través de la ética de responsabilidad se llegara a un punto en el que no se pudiera seguir adelante, opino que ninguna persona debería actuar en contra de su convicción. Parafraseando a Weber en "El político y el científico" (1919), la ética de responsabilidad y la ética de convicción “no son términos absolutamente opuestos, sino elementos complementarios que han de concurrir para formar a la persona auténtica, a la persona que puede tener vocación política".
¡Gracias y espero haber respondido a tu pregunta!
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