La ciudad de Logroño sí es una ciudad para el pequeño comercio, porque el negocio de los pequeños comerciantes está ligado muy directamente a sus barrios. Los grandes ejes comeciales que poseemos en la actualidad funcionan bien: Gran Via, Gonzalo de Berceo, Avenida de la Paz, Avenida de Colón, zonas peatonales, San Antón, Cien Tiendas, Portales... En la actualidad en Logroño hay mas de 4.000 comercios, en los que trabajan cerca de 10.000 vecinos, los cuales aportan grandes beneficios sociales -no sólo económicos- al tejido ciudadano de la ciudad capitalina. 

Es por todo ello que este motor económico de la ciudad debe beneficiarse de un mayor presupuesto dedicado a la promoción y renovación de un pequeño comercio que necesita adaptarse a las nuevas dinámicas de marketing y consumo que evidencian los habitantes de la Logroño. Esto requiere, además, estrechar los cauces de comunicación y de colaboración con los comerciantes y los centros comerciales abiertos existentes en la ciudad. 

Tiene que haber un equilibrio entre las grandes superficies ya instaladas y el pequeño comercio de Logroño, de manera que lo que no se puede es apoyar a una sola parte de la balanza (las grandes superficies) como se ha hecho hasta ahora. 

Por otra parte, como ciudadanos tenemos la tarea de valorar lo que supone para un modelo de ciudad sostenible y solidaria como la nuestra hacer la compra en nuestros barrios sin tener que desplazarnos en coche, y el que se mantengan miles de empleos de pequeños negocios en los que la confianza con sus dueños o dependientes potencia un tejido social más duradero y fuerte.

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