Estimado Francisco:

Buena pregunta la tuya. Y polémica.

Parto de la idea que expones en la explicación de la pregunta. Efectivamente, se tiende al veto o prohibición del uso de animales en espectáculos y atracciones, pero no se hace una distinción entre actividades ni entre clases de animales. Esto supone, desde mi punto de vista, simplificar situaciones muy diversas en una única expresión que no se produce en la mayoría de los casos, ya que el uso de animales en atracciones no implica necesariamente (aunque hay casos obvios en donde así ocurre) un maltrato animal.

En esta línea, creo que la Declaración Universal de los Derechos del Animal marca un espacio muy bien definido: las exhibiciones de animales y los espectáculos que se sirvan de animales son incompatibles con la dignidad del animal. Por tanto, desde luego que entiendo y apoyo cualquier paso que se dé para que no se empleen en espectáculos.

Respecto de las atracciones, la misma Declaración expresa el hecho de que haya animales que ejerzan trabajos. Este es el punto en el que creo que es necesario afinar cualquier situación. No podemos ni debemos estar en contra de trabajos habituales siempre que se garantice un trato digno, su descanso, una alimentación adecuada y un control sanitario que vele por su salud. Lo que implica, por nuestra parte, un ejercicio de vigilancia sobre estos aspectos, para exigir todas las responsabilidades aplicables a cualquier persona, empresa o entidad que no cumpla con todas y cada una de estas garantías.

Entendemos, no obstante, que hay personas que van más allá de estos mínimos. Por ese motivo, estamos dispuestos a atender y escuchar a todas las entidades y personas interesadas en un debate que entendemos debe plantearse de modo abierto y sincero: asociaciones y partidos que trabajan por los derechos de los animales, veterinarios, empresarios, usuarios y cualquier persona implicada en este asunto.