Volver a dotar de contenidos y recursos al Consejo de Comunidades Castellanas actualmente inoperante, creado en el año 2000 por los entonces presidentes autonómicos de la Comunidad de Madrid, Castilla y León y Castilla-La Mancha: Alberto Ruiz-Gallardón, Juan José Lucas y José Bono respectivamente. Su principal objetivo sería coordinar y diseñar políticas esenciales comunes de Sanidad, Educación, I+D+i, Infraestructuras, etc, con un ahorro anual estimado de más de 5.000 millones de euros y un impacto y mejora en la calidad de vida de los castellanos simplemente aplicando sentido común y unión en lugar de división.

Para Madrid sería esencial no encerrarse y dar la espalda a las comunidades castellanas hermanas que la rodean y dejaríamos de ser una ciudad cada vez más encerrada en sí misma, fortaleciendo enormemente cualquier estrategia de crecimiento común.

También ayudaría a evitar el chantaje nacionalista que durante toda la democracia han sufrido los diferentes gobiernos de España al compensar y cohesionar los diferentes territorios, convirtiéndonos en interlocutores con mayor fuerza, en un estado en el que siempre se nos hace culpables de todo por el fantasma de un centralismo inexistente, y por lo tanto se nos obliga a ser pagadores de aventuras independentistas o hechos diferenciales de otros que en absoluto son más históricos que los de Castilla la cual no tiene voz por motivos estratégicos obvios y a los que los castellanos nos deberíamos oponer con todas nuestras fuerzas.