Una muestra más de que el machismo sigue vivo y de la violencia implícita del mismo
Los cánticos que se oyeron por parte de los béticos hace unas semanas “no son más” (ni menos…) que el reflejo de la realidad actual, muy lejana aún de la igualdad real entre mujeres y varones. Si bien el machismo es rechazado a grandes rasgos en la sociedad de hoy, pervive cada vez de forma menos visible, de forma más tácita y a su vez por eso mismo a veces cuesta más distinguirlo y percibirlo. Es en contextos como el que genera el fútbol donde sale a la luz con más facilidad, por el tipo de ambiente que se genera donde los controles sociales que funcionan en el día a día de cada cual, se pierden, pues la gente se desinhibe con más facilidad.
Desde UPyD tenemos muy claro que aún queda mucho para que la igualdad sea una realidad y tenemos que seguir luchando día a día. Los cánticos justifican el maltrato: siguen dibujando una relación hombre/mujer donde la segunda está al servicio del primero, y donde se justifica que “si no se comporta como debe”, el varón pueda tomar las represalias que le parezca. Es un modelo desde el cual el varón es el que ordena y manda y la mujer debe ser sumisa, y “buena mujer” sino, “se merece lo que su marido decida que debe hacer con ella”. No en vano arrastramos una historia que durante milenios ha dibujado este esquema: los filósofos y científicos, desde Platón y Aristóteles hasta los contemporáneos, han afianzado esa idea de las mujeres como un ser entre lo animal y el ser humano perfecto: el varón. A lo largo de la historia se nos ha negado el alma, la razón, la capacidad intelectual, etc. A lo largo de estos miles de años hemos tenido que ir deconstruyendo este pensamiento que nos convertía en seres humanos de segunda, supeditadas a la voluntad del varón que como “ser humano perfecto” debía mandar y decidir sobre todo y sobre todos. No hace tanto, durante la segunda mitad del siglo XX en nuestro país, bajo una dictadura que compartía esta visión machista de la sociedad y del papel de las mujeres, se adoctrinaba sobre cómo tenía que ser la mujer/ madre/ esposa puesto que todo ello era indisoluble (ver guía de la buena esposa de sección femenina…). Sin ir más lejos mis padres han sido educados bajo estos cánones. Así que el machismo está aún muy vivo. Y sin embargo se recorta en igualdad mientras se sigue manteniendo la administración paralela con los amigantes de unos y otros… Así no.
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