y ¿cuanto nos costaría éticamente nuestra sociedad no hacerlo?
En momento duros deben habilitarse solucciones concretas. Soy un firme partidario de la apertura de comedores en períodos festivos para que se pueda comer en ellos y de ofrecer este servicio a los niños y niñas que lo necesiten.
No solamente se trata de comer, sino de hacerlo adecuadamente. La sociedad debe estar siempre organizada y poner los medios para que los más vulnerables no sufran y tengan cubiertas sus necesidades más básicas; de no ser así ¿tiene sentido la política?, tengo claro que no.
Realmente desconozco el importe exácto que tendría esta medida, pero comparto que no sería tremendo pero si imprescindible.
En mi ciudad, Tres Cantos, un municipio con un aparente nivel socieconómico alto en Madrid hay 400 familias que comen todos los días gracias a Cruz Roja y otras entidade similares.
Gracias.
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