La energía nuclear debe cumplir RIGUROSAMENTE con todas las medidas de seguridad
El gran problema que tenemos actualmente en España es que se ha convertido en decisiones políticas lo que en muchas ocasiones deberían ser simplemente técnicas.
Es decir, respecto al Plan Hidrológico Nacional, el PP proponía una cosa y el PSOE la contraria. Así hemos enfocado todo en un debate continuo donde sólo imperan criterios políticos y se hace caso omiso de los criterios técnicos.
Por esta razón debería abordarse cualquier aspecto relacionado con la energía desde un punto de vista técnico y no meramente ideológico para tomar partido por una variante u otra.
Con el tema energético sucede lo mismo. Se ha simplificado todo a un debate entre Garoña sí o Garoña no sin, realmente, llegar a entender la casuística o el por qué de esta Central o de la energía nuclear.
España tiene, tradicionalmente, carencias en cuanto a mecanismos de generación de electricidad. El carbón español es caro de extraer, de ahí que muchas veces haya que importarlo. El petróleo en España, lo mismo.
¿De qué fuentes de generación de electricidad disponemos? En la actualidad prácticamente un 43% de la electricidad consumida queda cubierta con la generada por las renovables (eólica sobre todo, hidráulica y solar). Y el resto de la electricidad, ¿de dónde la obtenemos? Pues el 22% es de origen nuclear, 16,5% del carbón, algo más del 10% de cogeneración (obtención de energía eléctrica y térmica o mecánica) y los ciclos combinados (obtención de energía eléctrica a través de dos ciclos termodinámicos en los que uno es el vapor de agua y el otro es un gas).
Podría pensarse que almacenando la energía producida de más, el asunto estaría solucionado, pero no es así. La energía eléctrica no puede almacenarse. Dicho de otra forma, en una pila no se guarda la energía eléctrica, se guardan los componentes que generan dicha energía eléctrica. Pues con la energía obtenida del sol o del viento, pasa lo mismo, no se puede almacenar. Y necesitamos disponer de algo que nos permita tener energía eléctrica en los periodos de tiempo en que las energías renovables no nos suministren energía.
Por este motivo y mientras no dispongamos de alguna fuente de electricidad que nos pueda suministrar energía mientras las renovables no pueden, dependemos de determinados tipos de energía como la nuclear.
Dicho todo lo anterior, ¿qué ocurre con Garoña? Por lo pronto hay que tener en cuenta que Garoña está desconectada de la Red Eléctrica de España desde 2012. En el año 2011 su producción fue del 1,4% del total nacional. Y esta cantidad, si bien es escasa, hay que tener en cuenta que hay que reemplazarla por otra. Y siempre teniendo en cuenta que el sistema no se puede sustentar siempre por unas energías que dependen de la climatología como tal, sino que se pueda utilizar o “tirar de ella” cuando la climatología no acompañe.
Por otra parte, otra de las ventajas que está suponiendo la energía nuclear es su bajo coste de obtención. En el caso de Garoña porque la central está "amortizada contablemente”, por lo que no hay que añadir otros costes adicionales.
Pero todo lo anterior queda supeditado a que la energía nuclear instalada cumpla RIGUROSAMENTE con todas las medidas de seguridad necesarias.
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