El TTIP condena a una certera decadencia a las Pymes.
El TTIP no está pensado, pese a lo que señalen gobiernos en Europa para dulcificar sus efectos, para resolver los problemas actuales de las PYMES. Muy al contrario, con la entrada en vigor del TTIP las PYMES se verán hostigadas por el efecto arrastre de las transnacionales que por su volumen y logística podrán pasar sin dificultades por encima de las condiciones de producción y exportación de las PYMES. Baste recordar que en USA son consideradas PYMES empresas con hasta 500 trabajadores, por lo que hasta entre estas se generará una jerarquización que, en lo que respecta a Euskal Herria al menos, supondrá un enorme riesgo para nuestras PYMES mucho más reducidas en tamaño que estas. Así, si con las transnacionales, verdaderas impulsoras del TTIP para salvaguardar sus intereses y su volumen de negocio, ya será complicado subsistir, se añadirá el de una feroz competencia entre PYMES de diferente dimensión.
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