Si, los servicios públicos son siempre posibles, los servicios públicos de cada Estado miembro son independientes incluso dentro de la Unión Europea que si es un verdadero mercado común. Se quiere asustar a la ciudadanía con la privatización de servicios públicos como la sanidad o  la educación. El acuerdo del TTIP acercará ciertamente lazos entre los dos lados del atlántico pero en ningún caso creará un mercado común en servicios sociales.

Estos temores son infundados, todos los acuerdos comerciales que firma la UE conllevan garantías que protegen los servicios públicos, el TTIP no iba a ser menos. La Comisaria de Comercio y el representante de Comercio de EEUU han  ofrecido garantías de protección de los servicios públicos a través de una declaración conjunta el mes de marzo del año pasado.

Los acuerdos de la UE contemplan garantías en materia de servicios Públicos. Estas garantías persiguen que los gobiernos de la UE sigan teniendo plena libertad a la hora de administrar los servicios públicos.

Así, los gobiernos nacionales pueden organizar los servicios públicos de modo que los preste un solo proveedor que puede ser público o una empresa privada. Además en sectores como la asistencia sanitaria, los servicios sociales, la educación con financiación pública o los servicios de suministro de agua, los gobiernos no tiene obligación de dar acceso a sus mercados a los prestadores de servicios de fuera de la UE. El TTIP  se rige por esta garantía. Por último, el TTIP, da libertad a los gobiernos para reglamentar todo tipo de servicios, incluidos los públicos.

En definitiva, los servicios públicos como la sanidad están garantizados. Seguirán siendo públicos. La UE tiene obligación de salvaguardarlos en cualquier normativa o política nueva que lleve a cabo, entre ellas el TTIP.

No va a haber una privatización de la asistencia sanitaria ni se va a implantar el sistema estadunidense en Europa.