Esta crisis es una crisis de demanda. Una crisis de decrecimiento provocada. Es decir, las tiendas estaban llenas de productos y la gente no compraba. Para decrecer, en Europa se han aplicado todas las medidas que establecen los manuales de política económica: decirle a la gente que no gaste, que vienen mal dadas. Subir los impuestos y a la vez, en vez de aumentar el gasto público con los ingresos recaudados, recortarlo, mantener los tipos de interés altos (hasta finales del 2013) y la moneda fuerte (igualmente hasta esa fecha). A partir de las europeas han cambiado de política porque le han visto "las orejas al lobo". Pero este decrecimiento en Europa no ha tenido consecuencias sobre el medio ambiente porque la economía global es un juego de suma cero y lo que no hemos crecido nosotros, lógicamente, lo han hecho los países emergentes que tienen unos sistemas productivos mucho más sucios y contaminantes (la economia global ha estado creciendo al 4% estos años de la "crisis") Debemos centrar el esfuerzo en el ahorro y eficiencia energéticas y la concienciación en la sociedad del decrecimiento como filosofía en el terreno de la opción personal. Pero también en gran medida en el desarrollo tecnológico e implantación de las energías renovables que son más baratas y limpias y ese modelo exportarlo a los países emergentes. De esta forma sí seremos eficaces.