Un sistema de acreditación no es necesariamente negativo, pero está mal aplicado
Que exista una agencia y un sistema de acreditaciones no es necesariamente malo.
El problema fundamental está en una universidad por la que no ha pasado la revolución francesa y termina por yuxtaponerse el modelo ANECA con una estructura casi feudal de los departamentos universitarios.
Necesitamos conjugar la apuesta decidida por una universidad pública puntera y de calidad, incrementando su presupuesto y sus medios, con la necesaria modernización de las universidades públicas actuales.
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