Lo que plantea Puigdemont es un referendum de autodeterminación de Catalunya, el cual no tiene cabida en el ordenamiento constitucional español (incluye también el Estatut de Autonomia de Catalunya). A diferencia de otras democracias occidentales, como Alemania, el ordenamiento constitucional no es inamovible, pero si requiere mayorias cualificadas para su modificación, igual que el propio Estatut de Autonomia de Catalunya, por eso si alguien, legitimamente, quiere plantear una modificación del ordenamiento constitucional debe hacerlo en la sede de la soberania nacional. 

España es una democracia, y todos los planteamientos que se hagan respetando el marco constitucional son legitimos, como también lo debe ser hacer planteamientos distintos a los de los independentistas catalanes. Y ahí está el problema, que los independentistas catalanes no aceptan que se pueda tener una opinión contraria a la suya, ni que se debatan en el Congreso, donde no tienen mayoria.