Aprobamos una iniciativa en abril para que se sustituyan todas las vallas “quitamiedos"
Apreciada María José, comparto contigo la preocupación por la Seguridad Vial, y en especial por la seguridad de los medios de transporte más vulnerables, como pueden ser los motoristas o los ciclistas. Precisamente aún estoy consternada por el fallecimiento en mi tierra, hace una semana, de dos ciclistas que fallecieron arrollados por un conductor que circulaba presuntamente ebrio. Cualquier inversión que se haga en mejorar la seguridad de nuestras carreteras es poca, y no hay que escatimar esfuerzos. El pasado 26 de abril se aprobó en el Congreso una iniciativa –que por cierto fue rechazada por el PP—en la que se instaba a ir sustituyendo los tradicionales “quitamiedos” por vallas de protección que no actúen como auténticas guillotinas sobre las personas que viajan en moto. Esperemos que el próximo Gobierno cumpla con ese compromiso de la anterior legislatura y se retome la iniciativa.
Se estima que el 15% de los fallecimientos de motociclistas tienen como causa directa estas vallas guardarraíles, que deben sustituirse paulatinamente hasta que no quede ninguna. En esa iniciativa también incorporamos una enmienda para que se haga un estudio de la ubicación de los guardarraíles y se compruebe la idoneidad de su instalación, para ir eliminándolas progresivamente. Lo que no puedo entender son los argumentos que dio durante el debate de esa iniciativa el diputado del PP, Eloy Suárez, quien votó en contra justificando que había 9.000 kilómetros de vallas de protección de seguridad y éramos el quinto país del mundo con más barreras de este tipo. Entiendo las dificultades presupuestarias, pero insisto en que es en estas cuestiones donde la Administración no debe ser rácana. Va en ello la vida de los ciudadanos.
Un saludo
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