Hay que trabajar en ello, la transparencia y rendicion de cuentas es clave
Apreciado Víctor, te agradezco muchísimo tu pregunta y que aportes tus argumentos a un debate que contiene tantas dosis de demagogia en muchas ocasiones. En primer lugar, me gusta decir que en España hay 80.000 personas que se dedican a la actividad política sin percibir ni un euro. En muchos casos incluso ejercerla les cuesta dinero. Me refiero a esos alcaldes y concejales que se quitan horas de sueño y horas de ocio para atender a sus vecinos y sus municipios. Una tarea tan bella como muchas veces ingrata y poco reconocida. Ellos también hacen política, quizá la más importante, y es muchas veces la menos reconocida.
Respecto a los que tenemos un buen sueldo como representantes públicos, te diré varias cosas. La primera es que los salarios de los políticos en España son más bajos que en la mayoría de países europeos, y son salarios buenos, superiores a la media, pero no a los de una profesión cualificada liberal. Es decir, muchos profesionales que se dedican a la política ganarían mucho más dinero dedicándose a su actividad laboral.
El problema no es tanto la cuantía del salario como la calidad del trabajo que se ejerce. Si eres un cara dura, y algunos hay, evidentemente ganas un sueldo millonario. Si trabajas, creo que es un sueldo justo. Por eso es tan importante la rendición de cuentas ante la ciudadanía y actuar de forma honesta. Como en cualquier trabajo, diría yo. La pena es que se han cometido tantos desmanes que la opinión pública tiene una imagen negativa difícil de cambiar. No contribuye nada a que cambien imágenes tan bochornosas como las de Rita Barberá en un escaño del Grupo Mixto del Senado echándose una cabezada. Pero yo invito a ver otros ejemplos, los mayoritarios, de diputados y diputadas que se desviven por su trabajo.
Me parece una buena idea crear una web en la que se explicaran los salarios y todo este tipo de cosas. En parte ya existe, y se pueden consultar los gastos y las actividades económicas en los diversos portales de transparencia.
Más allá de los salarios, luego se puede entrar a debatir algunas otras cuestiones, como las dietas por desplazamiento, los coches oficiales, etcétera. Pero siempre con sentido común, sin demagogias, con conocimiento de causa.
Lo que hay que tener cuidado es con ciertos discursos demagógicos. Si se baja mucho el salario de un político se corre el riesgo de que a la política solo puedan acceder los funcionarios con plaza fija o los que tienen rentas muy elevadas. Por eso hay que debatir con serenidad. Este debate, que tú pides, yo lo apoyo. Y estoy dispuesta a participar en él.
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