Sin duda, conocemos los motivos de la huelga y, concretamente, los conocimos de la mano del Comité de Empresa con quien mantuvimos un encuentro en el mes de agosto para conocer en su totalidad las reivindicaciones de los trabajadores. Naturalmente estamos a vuestra disposición para escucharos cuando así lo consideréis oportuno.

Dicho esto, los socialistas tenemos claro que la huelga es un derecho de todos los trabajadores, cuyo reconocimiento tiene mucho que ver con la historia del PSOE, pero del mismo modo, entendemos que cuando se trata de una huelga que afecta a un servicio público esencial, la administración debe velar porque exista un equilibrio entre los derechos de los trabajadores y los del resto de la ciudadanía. Es una máxima democrática.

En ese contexto, venimos defendiendo que un 33% de servicios mínimos en el bus de Zaragoza en el marco de una huelga indefinida y cuya duración alcanza ya los 2 meses, significa crear muchísimas afecciones a una ciudad con 700.000 ciudadanos, que buena parte de sus desplazamientos los hacen en este transporte público. Y esas afecciones, precisamente, se concentran en aquellos sectores de la sociedad con más demanda de transporte público y en aquellos barrios que no cuentan con la alternativa del tranvía para desplazarse al trabajo, a la escuela o la universidad o al médico.