Como usted bien dice, un juez investiga un posible caso de seguimiento y espionaje al alcalde de Leganés, Jesús Gómez, del PP, por parte del portavoz de ULEG (Unión por Leganés), Carlos Delgado. El Alcalde basa su denuncia en varios documentos privados suyos que han llegado a poder de Carlos Delgado sin que sepa cómo ha tenido acceso a los mismos.

El martes día 3 de marzo el titular del juzgado de instrucción número 5 de Leganés ha tomado testimonio al regidor para que se reafirme en su denuncia. En el auto judicial se indica que los hechos denunciados «hacen presumir la posible existencia de una infracción penal». Carlos Delgado confirmó que efectivamente tiene varios documentos aunque no quiso revelar cómo los había conseguido.

Delgado y Gómez tienen más frentes judiciales abiertos en otro juzgado de Leganés. El alcalde denunció al líder de ULEG por injurias y calumnias después de que el portavoz del grupo independiente llamara al regidor «nazi», «corrupto», «dictador» y «borracho» a través de las redes sociales y el juzgado número 4 de Leganés ha imputado a Delgado al considerar que «existen indicios de criminalidad suficientes como para considerarle autor del delito de calumnias e injurias continuadas vertidas con publicidad.

El pasado 26 de septiembre el Juzgado de Instrucción número 5 de Leganés ya condenó a diez días de multa a razón de seis euros diarios (un total de 60 euros) a Carlos Delgado por llamar «adúltera» públicamente a una asesora del equipo de Gobierno (PP).

Indudablemente, desde UPyD, creemos que este tipo de actos sólo enturbian el ya de por sí desquiciado panorama politico en Leganés y hacen flaco favor a los vecinos. Si cualquier persona tiene constancia de algún tipo de delito, tiene la obligación de presentarlo ante la fiscalía en primera instancia y no ante los medios, con la clara intención de sacar rédito político.

Esta es la situación general de crispación, obviando las necesidades reales de la ciudad.

Señores del gobierno y de la oposición, así no vamos bien. Gobernar exige respetar a los ciudadanos. Hacer política es otra cosa.