El problema no es que la prensa dé cobertura a unos asuntos que, en mi opinión, sí tienen extraordinaria importancia, sino sobre todo que tanto la prensa como sobre todo los partidos llamados nacionales como el PP o el PSOE, han hecho la rosca en demasiadas ocasiones a los nacionalismos. Considerándolos incluso progresistas, cuando no hay nada más reaccionario que los nacionalismos. Ahí está la historia que demuestra los grandes males que han ocasionado. Es más, lo peor ni siquiera es el nacionalismo de los nacionalistas sino la actitud de los que, sin serlo, han actuado como si lo fueran. PP y PSOE han dado alas a los nacionalismos y concedido prácticamente todo. El nacionalismo es insaciable y lo quiere todo. Su principio fundamental es el siguiente: lo mío es mío y lo tuyo, de los dos. Hay que seguir trabajando por la unidad y explicar que es mejor unir que separar. Y que no se trata de levantar nuevas fronteras sino de derribar las que todavía existen. Que juntos podemos más y mejor.