Partiendo de la base de que lo más importante es el bienestar del hijo, estamos a favor de la custodia compartida pero SIEMPRE cuando exista consenso y acuerdo por parte de los padres y los hijos no se vean perjudicados. En el caso de que no exista consenso y haya graves desacuerdos entre los padres, sería el juez el que acuerde para caso concreto el sistema que sería más beneficioso para los menores.

Nuestra propuesta va encaminada, por tanto, para los casos en los que no se decida la custodia de mutuo acuerdo entre los progenitores y deban ser los tribunales los que determinen cómo organizan la custodia de los menores en función de los intereses de estos; es decir, en lo que no estamos de acuerdo es en la aplicación de la custodia compartida como modelo preferente de custodia de los hijos cuando hay graves discrepancias entre los progenitores y los hijos se pueden ver perjudicados.