Siempre condenaré cualquier discurso de odio
Hola Antonio
El odio nunca es argumento para nada. Podemos debatir, discutir y discrepar sobre cómo afrontar las nuevas realidades, pero discursos basados en el odio no sirven para nada. Hay que dar respuestas serenas y coherentes. En cualquier caso, un niño nunca es responsable de sus progenitores, ni de cómo ha venido al mundo. Siempre respeto total por las posiciones ideológicas discrepantes, nunca las insultantes y amenazadoras.
Un saludo,
Joseba
Partekatu
Batu zaitez Osoigora