Si algo ha caracterizado a la labor del PNV tanto en Madrid como en cualquier otro ámbito político, ha sido su constante defensa del Concierto Económico vasco, por ser un derecho histórico, cercenado en su momento, de hecho se fundamenta en que en su día logramos que en la propia Constitución española quedaran reconocidos los derechos históricos vascos -los de todos los territorios forales de Euskal Herria-, y en base a ello, incluímos en el estatuto de Gernika recogiera la figura del concierto económico (resto de nuestra soberania originaria). El Concierto ha venido siendo, desde entonces, la base sobre la que se sustenta nuestro sistema de autogobierno en su vertiente económico-financiera, al igual que lo es el Convenio para Nafarroa.

El Concierto, tiene por otra parte una naturaleza de pacto político bilateral, y supone además una institucionalización propia del sistema recaudatorio en base a Haciendas propias que implica una ventaja de inicio básica para el eventual diseño de un marco jurídico distinto.

Por tanto , y sin menoscabo de ningún otro partido, decir que si alguien ha defendido el concierto económico  ese ha sido el PNV, ahora y siempre, ante quienes no lo tienen tan claro ( por lo menos en su vertiente española), y han sido incapaces de votar afirmativamente su blindaje, o ante quienes hasta ayer consideraban que no era mas que una antigualla foral.

El concierto es base de nuestro autogobierno, de nuestro bienestar, y de nuestro futuro económico, en este u otro escenario que se pudiera dar.

En cualquier caso no nos olvidemos que el concierto es un sistema que nos permite recaudar y distribuir, pero es la voluntad política y las prioridades políticas las que hacen que se destine más o menos a sanidad, educación o política social. A diferencia de otras comunidades.