Estimado Francisco:

El Ayuntamiento de Málaga ha sido tratado por el Partido Popular como su empresa de colocación. En esto no se diferencia del uso que el Partido Socialista ha hecho y hace de la administración autonómica y de ahí que en cada proceso electoral haya una profunda preocupación entre sus miembros por una eventual pérdida de sus puestos de trabajo. Conseguidos, por otro lado, sin otro mérito que el de buscar la mejor sombra.

UPyD rechaza la existencia de lo que habitualmente se conoce como asesores, que en el fondo no son más que puestos de trabajo creados artificialmente para la colocación, cuando no recolocación de los miembros del partido que no tienen otra opción laboral que la de vivir a costa de nuestros impuestos. Entendemos que los grupos municipales deben disponer de personal de apoyo, pero no concebimos que sean necesarias más de dos personas para realizar esta labor, independientemente del tamaño del grupo municipal. Y mucho menos cuando se gobierna, ya que se dispone de toda una estructura administrativa que ha adquirido su puesto de trabajo por un proceso de contratación que garantiza el acceso al mismo según los principios de capacidad, mérito e igualdad de oportunidades, como todos los funcionarios municipales.

Adicionalmente, denunciamos casos como los de Manuel Marmolejo, que en la legislatura anterior hubo de dimitir como Concejal por bordear la ley en la adjudicación de obras, pero se le encontró un acomodo en la Diputación Provincial como asesor; o, en esta legislatura, el caso de Mercedes González, Directora del Distrito del Puerto de la Torre, que dimitió por dar positivo en un control de alcoholemia pero que fue igualmente recolocada en la Diputación Provincial. Esas puertas giratorias deben cerrarse definitivamente si queremos una administración que se comporte con la ética que todos los malagueños exigimos.