Soluciones a largo y a corto plazo para el tráfico en Granada
Granada es una ciudad pequeña, pero recibe la presión de un tráfico que correspondería a una ciudad diez veces mayor. La ausencia de una política de vivienda efectiva y un proyecto coherente y sostenible de ciudad ha llevado a la gente a abandonar Granada y a buscar residencia asequible y digna en los pueblos del cinturón. Tenemos así una unidad funcional, el área metropolitana, que tiene una extensión total un 60% mayor que el municipio de Madrid, con una población 6 veces menor. Miles de personas se desplazan a diario para cualquiera de sus actividades cotidianas a distancias mayores de 5km. La actividad comercial se concentra en las grandes superficies destruyendo el pequeño comercio de centro, barrios y pueblos, produciendo aún mayor necesidad de desplazamiento (además de una acelerada destrucción de empleo). En este escenario, como afirmaba el propio Guillermo Robles, entonces director de la empresa Rober “resulta complicado satisfacer a una población dispersa. La provisión del servicio de transporte público está en función de la densidad de población”. Así estamos abocados al uso y sufrimiento del vehículo privado, quien lo tiene, y al de un transporte público ineficaz y muy costoso de mantener. Ambos insatisfactorios.
Dicho esto: soluciones. A medio plazo obviamente hacer política de vivienda y urbanística coherente, con un proyecto de ciudad compacta por delante, para que podamos hacer vida en un radio de acción aceptable para el desplazamiento a pie, en bicicleta o en un transporte público que no deba competir por el espacio y la fluidez con los vehículos privados de quienes se ven abocados a su uso por la vida metropolitana y un sistema de transporte ineficaz (la pescadilla que se muerde la cola). Fomento de la rehabilitación a precios asequibles, incentivos fiscales para planes de movilidad en las empresas (exigiendo resultados), son algunas de las medidas posibles, dentro del marco general de una revisión adecuada del plan municipal de vivienda que sirva de base para una revisión del PGOU.
A corto plazo, generar espacios y herramientas para lo que se técnicamente llamamos intermodalidad, y que ya se va entendiendo y haciendo término común: utilizar el medio más adecuado para cada distancia y cada tejido viario, y permitir el cambio ágil de uno a otro: aparcamientos periféricos, facilidad para el transporte de bicicletas en los autobuses, fomentar mediante exenciones del impuesto de vehículos el uso del coche compartido en los desplazamientos metropolitanos.
Más información: Respuesta sobre la LAC
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Batu zaitez Osoigora