Conformamos ‘Vamos, Granada’ una gran pluralidad de personas que aportamos nuestra perspectiva y vivencia directa de la realidad granadina, esa es nuestra mayor riqueza. Así pues, esta pregunta la responde José María 'Chema' Luis Rodríguez, el candidato más joven de nuestra lista.

Creo que con el tema del botellódomo hay que analizar 3 puntos:

1. Botellódromo sí / botellódromo no.
2. Controlar el botellódromo y alternativas a este.
3. Situación del botellódromo.

Quitar el botellódromo únicamente serviría para volver a llenar las calles de botellones, ya que el problema del alcohol y los jóvenes va mucho más allá del botellódromo. Más que eliminar de un día para otro, actuar para un cambio duradero en la calidad del ocio de los jóvenes. Así pues, mantener el botellódromo, sí, pero con varias diferencias:

1- Ofrecer planes alternativos a los jóvenes en horarios de botellón, para esto es clave apoyarse en la cultura y el deporte.
2- Un control exhaustivo de quién entra al botellódromo y qué sustancias se consumen dentro de él, porque si algo ha conseguido el botellódromo es adelantar la relación con el alcohol de los jóvenes, y es que al botellódromo hoy en día están yendo niños de 13/14 años y eso es intolerable. 

El problema más importante lo veo con la situación del botellódromo, una propuesta que me hizo hace unos meses un vecino del barrio fue trasladar el botellódromo a las espaldas de donde está situado ahora, donde colocan el Circo, con el fin de evitar ruidos y suciedad que afecten a los vecinos.

Como digo, pese a que el botellón y el botellódromo son un problema importante hoy en día la sociedad, por desgracia, lo ha asumido como algo normal. Creo que la solución no pasa tanto por prohibir, ya que prohibir el botellón no significa conseguir que los jóvenes dejen de beber, sino por potenciar otro tipo de actividades y controlar quién hace uso del botellódromo y para qué lo hace. Y así lograr un cambio de costumbres maduro y duradero.