Es una cuestión de justicia y de derecho reconocer la categoría que le corresponde a cada trabajador y trabajadora por la labor que desempeña. Además, este trabajo debe verse correspondido con un salario adecuado a las funciones de realizadas. Por ello, Compromís reconocerá con su votación favorable la categoría C1 a las personas que trabajan como TCAE, TFAR y TAPSD.
Un sistema sanitario público y de calidad que se precie, ha de asegurar unas condiciones laborales y retributivas al personal laboral dignas en todo momento. El pretexto de la crisis económica ha servido en muchas ocasiones para recortar derechos laborales, y el sector sanitario no ha sido una excepción. En este caso, estamos hablando de un colectivo que trabaja mucho y desempeña unas funciones importantísimas para el conjunto de la sociedad. Velan por nuestra salud y no podemos consentir que parte de sus prácticas no estén reconocidas o no sean tomadas en cuenta. 
Es una cuestión de cumplir la legalidad vigente. En este caso concreto, es sorprendente que hace más de 11 años se encontró una solución legislativa que reconocía las competencias de los técnicos sanitarios y, sin embargo, a día de hoy este reconocimiento no es una realidad.  Por lo tanto, es necesario que produzca una reconversión directa al grupo C1, de administrativo; de las plazas C2, de auxiliar administrativo, cuyo personal fijo cumpla con los requisitos de titulación mínima exigida para dicha promoción.