Personalmente (y aunque decir esto hoy sea posiblemente un poco tarde) pienso que hay dos maneras de "ganarse" esa popularidad: una es financiando campañas publicitarias y la otra es saliendo a la calle y hablar con la gente cara a cara.

Nosotros no hemos escogido la primera (que es la más eficaz, obviamente) porque nos hemos gastado el dinero en llevar a los corruptos a la cárcel con la querella Bankia, las personaciones en los casos ERE y EDU, la denuncia a la Junta de Andalucía y UGT... y un buen montón de acciones judiciales encaminadas a combatir la corrupción.

Muchos pensarán que nos hemos equivocado (y los resultados electorales nos han castigado, de hecho) pero seguimos pensando que hemos de seguir siendo fieles a nuestros principios. Y uno de esos principios nos dice que tenemos que volcar nuestros esfuerzos en regenerar la democracia y combatir la corrupción. 

Quizá nos equivocaremos, pero tenemos la conciencia muy tranquila.