Hola Javier! 

En este asunto complejo y con un debate social abierto, el PSOE -como sabes- tiene una  posición política: “en contra de apoyar y/o aprobar cualquier ley que regule la compra-venta del cuerpo de las mujeres, de su maternidad, de su capacidad de gestar y del fruto de esa gestación subrogada”. 

Pero hay dentro del PSOE grupos que defienden dar una salida legal a la cuestión. 
 
> Algunas consideraciones : 
 
-          La “gestación por sustitución” (concepto legal) está prohibida por Ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre técnicas de reproducción humana asistida.
-          Los niños y niñas concebidas por gestación por sustitución que ya están en España son reconocidos a través del Registro Civil que, de facto, es la puerta de atrás que está invalidando la ley española.
-          La gestación por sustitución tiene una dimensión mercantil que no debemos olvidar. 
-          En diciembre de 2015 se aprobó en el Parlamento Europeo el Informe Anual de Derechos Humanos y Democracia en el Mundo. En su punto 115 se condena la práctica de la gestación por sustitución, a la que se considera contraria a la dignidad de la mujer, ya que su cuerpo y sus funciones reproductivas se utilizan como una materia prima; estima que debe prohibirse esta práctica, que implica la explotación de las funciones reproductivas y la utilización del cuerpo con fines financieros o de otro tipo, en particular en el caso de las mujeres vulnerables en los países en desarrollo. Y pide que se examine con carácter de urgencia en el marco de los instrumentos de derechos humanos.
-          Otra cosa es la llamada "donación de vientres de alquiler”, es decir, la cesión sin precio de las capacidades reproductivas de las mujeres que si está regulada en muchos países europeos, no así en España, y que consiste en gestar el hijo de otra persona por amor, altruismo, amistad … El Partido Socialista no objeta nada a esta práctica.
 
Yo no soy especialista en la materia, ni lo tengo claro, pero te daré una opinión. 
 En principio, el tema ofrece una vertiente de hacer mercado con la necesidad de muchas parejas de ser padres, necesidad que comprendo, pero a la que creo que hay que poner límites porque promueve, en países pobres o poco desarrollados, explotar más a mujeres, ya de por sí machacadas. Y en países ricos, como EEUU, hacer negocio (como siempre son expertos) con la necesidad económica de sectores sociales de mujeres.
 
En este tema además, y siempre según mi opinión, sólo se tiene en cuenta el deseo de unos padres en serlo. Nadie analiza el interés superior del menor.
 Ahora bien, dicho esto, y mientras se siga con esta practica, deberíamos sopesar la idea de regular sus consecuencias porque de facto, hay muchos casos de familias que recurren a la gestación subrogada o por sustitución en otros países y, una vez que el o la bebé ya ha nacido:¿cuál es la postura justa? 

¿Qué se quede en el país donde ha nacido? ¿En manos de quién? Porque la mujer que lo ha gestado no lo tenía para ella sino para otras personas. El riesgo cierto es que acaben en centros de los que solemos ver en la televisión, cosa no querida por nadie. Dar la vida a alguien para luego abandonarle resulta tremendo! 
 
Por eso considero que deberíamos profundizar en el debate social , para ver cómo le damos  salida, en condiciones y garantías de justicia y defensa de los derechos humanos, a un problema que está en la agenda porque se sigue produciendo. Siempre se puede mirar a otro lado, pero me parece un error hacerlo en casos en los que hay personas por medio, más si estas son bebés.