Quero estar en Madrid para defender mejor los intereses generales de Gipuzkoa y aquellos proyectos que favorezcan su desarrollo económico y el empleo. Sin olvidar que el sistema público de pensiones se defiende en Madrid, lo mismo que el incremento de los presupuestos del Estado en investigación a los que optan nuestras empresas.

Euskadi forma parte de España desde hace siglos y no puede quedarse al margen en esta etapa de la historia en la que debemos incidir desde el Parlamento -en Madrid- en el proceso de construcción de una Europa más unida y solidaria,. Mantenemos un estatus que representa un alto grado de autogobierno; eso es indiscutible. Más allá de diferencias con el Gobierno del Estado, de tensiones artificiales o electorales en ocasiones provocadas por los nacionalismos del PNV y del PP, y de aventuras soberanistas como la de Ibarretxe en medio del terrorismo de ETA, tenemos una posición cómoda en España. Y los socialistas vascos queremos fortalecer esa posición en el marco de una reforma pactada de la Constitución.

La pervivencia del Concierto y del Cupo, herramientas fruto del pacto bilateral, y el respeto a nuestra singularidad, demuestran que los vascos podemos convivir en España -mucho mejor tras la desaparición de ETA que causó graves daños económicos y morales a Euskadi, a la ciudadanía vasca y a la del resto de España- . Y , además, debemos compartir anhelos y objetivos en el dificil proceso de construir juntos una Europa de mayor cohesión social que acuerde políticas de interés común para ser respetados y poder competir en un mundo globalizado, interdependiente en muchos planos y conscientes de que la soberanía está compartida, lo mismo que son compartidas las identidades.