Egun on, David.

Coincido con tu aportación cuando dices que la violencia de género es un problema social, estructural, y, por tanto, la prevención desde una edad temprana y la concienciación social son las bases para erradicarlo. Desde esa perspectiva, vemos como los últimos años la administración pública está invirtiendo menos en prevención y en igualdad. Por ejemplo, en el caso del Ayuntamiento de Donostia el presupuesto del departamento de igualdad ha ido bajando cada año desde el 2015 (ha perdido peso en el presupuesto global) y este año la campaña contra las agresiones sexuales en verano se ha presentado con dos meses de retraso. A nuestro parecer, este tipo de decisiones son un paso atrás en materia de prevención y sensibilización social y van en contradicción con el aumento de denuncias por agresión sexual que estamos sufriendo los últimos años.

Por otra parte, a la hora de proteger a las víctimas creemos que hay que reforzar y mejorar los servicios públicos, sin necesidad de contratar servicios privados. Si la protección de las mujeres es una prioridad para la administración pública, hay que invertir y mejorar los servicios públicos (unidades de protección de la Ertzaina, coordinación con osakidetza, trabajadoras sociales y psicólogas especializadas en la materia, abogados de oficio, etc.). También consideramos que hay organizaciones del tercer sector que juegan un papel muy importante en la protección de las mujeres y que hay que agilizar la relación con el sector; ya que en ocasiones estas organizaciones están más cerca de las mujeres víctimas que los servicios sociales públicos y son una fuente importante de información y conexión.

En relación al bullying, creo que es una problemática en la que tenemos mucho por avanzar. Hay que dotar a los centros educativos de recursos (equipos pedagógicos con formación en la materia, trabajadora sociales, orientadores...) y crear protocolos más rápidos y efectivos con la ayuda de los Berritzegunes. No consideramos necesaria la figura de un detective privado, creemos que hay que centrar los esfuerzos en la prevención y en cuanto haya una agresión o un intento de agresión poner en marcha los recursos para proteger a la victima, hacer participes a los padres, concienciar al resto del alumnado y tomar medidas hacia el agresor. Hoy en día, vemos en muchas ocasiones que los recursos se activan demasiado tarde o que los centros no disponen de medios para actuar contra el acoso escolar. Por eso, insistimos en la necesidad de inversión económica y en recursos humanos.

Mila esker zure galdera luzatzeagatik.