Saludos. La salida del euro y su corolario lógico, la recuperación de la soberanía sobre la política monetaria constituye un tema apasionante sobre el que se ha teorizado mucho en los últimos tiempos al hilo de la gran crisis griega y de una hipotética secesión catalana que implicaría su salida del euro. Resulta evidente que la política monetaria hubiese supuesto un instrumento valiosísimo de haber contado con ella en esta crisis, ya que la competitividad se podría haber ganado devaluando la moneda y no devaluando los salarios, que es justo el modelo contra el que estamos en contra. Lo que está claro es que más allá del euro se cierne un vacío, del que nadie se atreve a pronosticar la luz después del túnel. La salida supondría a corto plazo un colapso económico para el Estado aunque a largo plazo fuese beneficiosa. Por eso Grecia no se atrevió a dar ese salto al vacío... ¿Qué economía está preparada para asumir una devaluación terrible de su sistema de pensiones?

Podemos, pese a que surge como un movimiento crítico con el modelo capitalista actual se apoya en las doctrinas neokeynesianas, en efecto. Lo que está demandando no es sino atacar la política monetaria y su fuente básica el BCE mediante dos cuestiones esenciales y de naturaleza política: 1) Crear un eje político alternativo a las políticas de austeridad con los gobiernos críticos a ella y a los que tanto ha perjudicado (Italia, Grecia, Portugal y hasta Francia) 2) Establecer mecanismos democráticos en el BCE, a fin de que la soberanía sobre las decisiones monetarias dependa de criterios políticos plurales y no exclusivamente de los intereses partidistas. El Modelo de política monetaria debe decidirse en las instituciones democráticas y no en la sede del Bundesbank.