Me llamo oficialmente María Dolores Campos Palacio y seis de mis ocho apellidos son de Farasdués, barrio de Ejea; los dos restantes son de Biel. O sea, Cinco Villas a tope. Luego me llamaron Lolín, Lolita, Loli y desde hace ya décadas Lola. Con este nombre empecé a firmar mis primeros artículos periodísticos en Andalán, cuando me faltaba un año para acabar Ciencias de la Información en la Universidad Autónoma de Barcelona, donde entré en 1979, con Franco diciendo adiós a la vida y la progresía española recibiendo a la democracia.
Soy hija de perdedores socialistas de la Guerra Civil, lo que significa que de pequeña sufrí en silencio y de mayor quite desquitarme sin ira ni rencor. He hecho camino en el periodismo desde el ya citado Andalán, o desde El Día, Heraldo de Aragón, El Periódico de Aragón, la SER, la Cope, Onda Cero o RNE. Escribiendo y hablando fui cumpliendo años profesionales hasta recalar, con alguna entrada y salida en gabinetes de prensa institucionales, en una empresa privada de comunicación. Empresaria con sentimiento obrero, vaya.
Como dice una amiga, soy soltera de nacimiento, lo que no me ha impedido tener una hija que se llama Kajal y que pese a haber nacido en Bombay lleva mis ocho apellidos cincovilleses. El mundo es, pues, tan ancho como quiero que sea mi vida y la de los demás, sin injusticias, brechas o diferencias. Por ello trabajo cada día. Por eso sigo aquí.