La cultura es formación, pero también crecimiento.
La cultura no sólo es fundamental para la formación de las personas. La actividad cultural y la creación artística en sus distintas facetas tienen un enorme potencial económico, que supera ya el 3% del PIB y el 2,9% del empleo, pese a los hachazos de la última legislatura del PP y la subida del IVA. Precisamente porque creemos que la cultura no es un lujo, sino un derecho y una gran oportunidad, nuestro programa electoral recoge un amplio catálogo de medidas para impulsar la creación cultural y acercarla a la ciudadanía. Y en este ámbito Euskadi tiene un enorme potencial que debemos aprovechar, siguiendo precisamente las líneas de actuación que abrió el Gobierno socialista que tuve el honor de presidir como lehendakari. Quiero recordar que Donostia consiguió la Capitalidad Europea de la Cultura 2016 con un alcalde socialista y un Gobierno vasco socialistas. Y ha sido ahora, después del paréntesis de Bidu, cuando ha vuelto a recuperar el pulso perdido.
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Batu zaitez Osoigora