En primer lugar cabe destacar que la Comisión Europea ha publicado, por vez primera en este tipo de acuerdos, el mandato de las negociaciones el pasado día 9 de Octubre de 2014. La Comisión ha de procurar, manteniendo la necesaria confidencialidad en las negociaciones, el máximo de transparencia para evitar precisamente que la falta de información sea un recurso de manipulación de la opinión pública en uno u otro sentido, dando lugar a filtraciones como las ocurridas el pasado mes de mayo con Greenpeace Países Bajos. Es capital que se involucren a todos los colectivos afectados, y en particular a los ciudadanos europeos. Lo que es realmente llamativo y algo que la CE debe solucionar cuanto antes es la desproporción en las reuniones sectoriales que han mantenido los responsables europeos de las negociaciones. Más del 90% de los que participan en las consultas están afiliados a corporaciones. Las asociaciones y representantes de trabajadores y consumidores deben tener un papel más relevante en las negociaciones, como paso fundamental para conseguir un mayor equilibrio en las mismas.

Desde el grupo ALDE, al cual está adscrito Ciudadanos, defendemos el máximo de transparencia posible dentro de los límites normales que este tipo de negociaciones observan. De todas maneras, es importante comunicar a la ciudadanía que el tratado resultante tendrá que pasar no sólo el voto del Parlamento Europeo, sin los procesos del principio de subsidiariedad de todos los parlamentos nacionales de los Estados miembros, tanto ALDE en el Parlamento Europeo, como Ciudadanos en el Congreso examinarán con el mayor cuidado que el posible tratado respete el acervo comunitario.