Estimado Jose Antonio, la situación a la que te refieres es aquella en la que la empresa, contrata a un “supuesto” trabajador por cuenta propia (autónomo) para realizar el trabajo como un trabajador por cuenta propia. Esta práctica, como personalmente has podido sufrir y bien señalas ha proliferado de forma alarmante en nuestro mercado de trabajo al hilo de la mayor flexibilidad para extinguir la relación laboral de trabajadores y las medidas de fomento de empleo “para emprendedores” que ha puesto en marcha el Partido Popular y que lejos de ayudar al verdadero trabajador autónomo ha llevado a prácticas empresariales que redundan en perjuicio de los trabajadores. Es más hay empresas que sustituyeron a sus plantillas por falsos autonomos.

El falso autónomo es un trabajador que esta dado de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos y en el IAE, pero que solo aporta en esa relación su mano de obra a cambio de un precio (salario), careciendo de una autonomía y una organización productiva propia que es lo que caracteriza a un trabajador autónomo, está sujeto a la organización y horarios de trabajo de la empresa y utiliza los medios de ésta para sus tareas y hasta realiza el mismo trabajo que otros empleados de la empresa que sí cotizan por el régimen general. El falso autónomo es un trabajador por cuenta ajena que lo único que tiene de autónomo es que cotiza en RETA.

La figura del falso autónomo esconde una verdadera explotación de los trabajadores, perjudica todos sus derechos, ellos mismos tiene que abonar las cuotas del RETA, sin ningún derecho laboral con el empleador, ni  indemnización por extinción de la relación laboral, ni vacaciones, ni protección en materia de prevención de riesgos laborales. Así mismo no se tiene derecho a prestación por desempleo en el momento en el que el empleador decide dar por finalizado el “falso contrato mercantil”, obligando al trabajador a reclamar.  

A esta situación de precariedad, ha contribuido la existencia del autónomo económicamente dependiente (TRADE) autónomos en los que el 75% de sus ingresos provienen de un sólo cliente, pero siguen siendo trabajadores autónomos igualmente, si bien en la mayoría de los casos son falsos autónomos.

El Partido Socialista pondrá fin a la figura de los falsos autónomos, con dos medidas básicas:

. Los trabajadores autónomos económicamente dependientes pasarán a  estar integrados en el ámbito del Estatuto de los Trabajadores, para que tengan los mismos derechos laborales y de seguridad social que los trabajadores por cuenta ajena  y queden incluidos en el ámbito de la negociación colectiva.

. Se pondrá en marcha un plan de la Inspección de Trabajo de lucha contra la explotación y precariedad laboral, para aflorar entre otras estas situaciones.