Una cosa es cumplir condena, otra distinta es mostrar arrepentimiento.
Arnaldo Otegui fué condenado entre otras cosas por pertenencia a la organización terrorista, y en estos momentos sigue inhabilitado hasta el año 2021. Pero ese no es el problema, sino que lo es que la banda terrorista ni está disuelta, ni ha entregado las armas, por lo que no debemos reconecer a Otegui como pacificador, que es como desde algún ámbito político catalán se le presenta, cuando ni siquiera ha sido capaz de pedir perdón o simplemente condenar la violencia.
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Batu zaitez Osoigora