Nunca es un privilegio
Nunca es un privilegio: es una responsabilidad el gestionar los tributos propios y en consecuencia asumir las responsabilidades del gasto. Cierto que la gestión puede ser mejor o peor y más o menos responsable, pero ocurre otro tanto en aquellas comunidades que no manejan el grado de gestión tributaria –en parte sí- que los territorios forales. Démosle la vuelta al argumento: si se entiende como privilegio, es porque se asume como mejor sistema; pues si es así, reivindíquese desde el resto de comunidades autónomas.
Partekatu
Batu zaitez Osoigora