En primer lugar, manifestar nuestra oposición a los procesos de privatización de servicios públicos que implican un deterioro tanto de las condiciones laborales de los/las trabajadores/as como de la calidad del propio servicio. En el caso de los trabajadores de Correos, es una constatación que en los últimos años se han destruido miles de empleos. Y no solo eso sino que en tan solo quince años se ha pasado de una plantilla de funcionarios a una plantilla con trabajadores temporales precarios. En estos momentos, el número de eventuales casi alcanza al de funcionarios, algo impensable hace años. Y todo indica que la configuración de las bases de convocatoria de los procesos para la constitución de nuevas Bolsas de Empleo estarían contribuyendo a que la situación de los trabajadores y trabajadoras sea cada vez más difícil. En este sentido, creemos necesaria una redefinición de las bases de convocatoria con el objetivo de garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso a los puestos de trabajo.